¿Tienes en mente una idea para comenzar un nuevo negocio? Entonces sigue leyendo. Existen diversas acciones y recursos que deberías tener en cuenta para iniciar con buen pie. Hoy te hablamos, a través de una síntesis, sobre el producto mínimo viable: de qué se trata, cuál es su utilidad y qué pasos necesitas seguir para crearlo.
Un PMV (producto mínimo viable, o MVP por sus siglas en inglés: minimum viable product) es una versión de un nuevo producto que cuenta con las características mínimas necesarias para lograr un objetivo específico, una versión por la que los clientes estén dispuestos a pagar de alguna forma.
A diferencia de un prototipo, que es una representación visual o real del producto que deseas lanzar, el PMV busca la interacción con early adopters (primeros usuarios) para aprender de su feedback.
El producto mínimo viable sirve para validar una hipótesis y obtener feedback. Resulta fundamental para definir si vas a resolver un problema real, si la solución que has creado es útil para dicho problema y si existe alguien dispuesto a pagar de alguna forma por ello. Cuanto más pronto sepas si tu producto es interesante para el público objetivo, menor esfuerzo y dinero tendrás que invertir en él.
Un PMV debe tener un diseño que atraiga y cautive al cliente, una usabilidad que asegure una buena experiencia de usuario, una fiabilidad que dé confianza y una funcionalidad suficiente para producir un resultado útil. Caso contrario, no sería un producto mínimo viable y, posiblemente, fracase.
Antes de terminar, te recomendamos que al construir el producto mínimo viable deberías trabajar solo en las funcionalidades mínimas, necesarias para vender. Evita el aspecto arquitectónico, las características que lo hagan escalable, ya que esto será tarea para el futuro. Recuerda que si necesitas ayuda con tu proyecto nuestro equipo de profesionales está listo para colaborar.