¿Sabías de la importancia de la usabilidad web para conseguir clientes y mantenerlos? En esta oportunidad, te contamos qué es y cuál es su utilidad. Sigue leyendo y descubre, además, los principios de la usabilidad descritos por Jakob Nielsen.
La usabilidad es la facilidad con la que las personas interactúan con una herramienta con el fin de alcanzar un objetivo concreto. Si un sitio web es fácil de utilizar, los usuarios tendrán una mejor experiencia y podrán alcanzar mejor los objetivos que persigue la web.
En sencillas palabras, la usabilidad web sirve para aumentar el tráfico recurrente y reducir el porcentaje de rebote, es decir, ampliar el tiempo de estancia del usuario y conseguir que navegue por las diferentes partes del sitio.
Jakob Nielsen es un gurú de la usabilidad web reconocido en todo el mundo por sus teorías sobre el comportamiento del usuario y el uso que da a los sitios web. Sus principios de usabilidad son una serie de 10 ideales y fundamentos que permiten crear productos con un mayor grado de acogida entre los usuarios, ya que se basan en sus necesidades y en su comportamiento.
La web o aplicación debe mostrar en todo momento al usuario qué está pasando y en qué punto de la navegación se encuentra. Además, sería conveniente que ofrezca una respuesta en el menor tiempo posible.
Ejemplos:
El sistema debe hablar en el mismo idioma que los usuarios. Debería utilizar palabras, frases y conceptos que les sean familiares y que puedan reconocer con facilidad.
La información tiene que mostrarse con un orden lógico y las imágenes o íconos tienen que ser claros, sin dar lugar a una equivocación. Con esto, se logra que la interacción con el lector sea natural.
Ejemplos:
Los usuarios suelen realizar acciones por error. Siempre debería existir una posibilidad de revertir una acción no deseada y volver a un estado anterior. Es conveniente dar las opciones de «deshacer» y «rehacer».
Ejemplos:
Considera seguir y repetir algunos patrones para no confundir a los usuarios. Cambiar ciertos elementos ya establecidos los obligaría a aprender algo nuevo, y esto debe evitarse.
Ejemplos:
No esperes que los usuarios se equivoquen, agrega elementos que lo ayuden a prevenir los errores. Y, en caso de que cometan uno, tienes que poner a su alcance todas las opciones posibles para poder corregirlo.
Ejemplos:
Hay que intentar en la medida de lo posible mostrar objetos, acciones y opciones para minimizar el uso de memoria del usuario. Las interfaces deben promover el reconocimiento y evitar que los usuarios memoricen las acciones o elementos al desplazarse por el sistema.
Ejemplos:
Si consigues que cualquier usuario pueda navegar por tu web o app, logras flexibilidad. La clave es la personalización tanto del contenido como de la funcionalidad para cada usuario. A veces hay que crear aceleradores o atajos para mejorar la usabilidad para los más expertos.
Ejemplos:
Intenta simplificar, eliminar el contenido irrelevante para que el usuario se fije en lo realmente importante. Elimina todo lo que consideres innecesario y que no aporta nada a lo que quieres decir.
Los usuarios buscan sitios limpios y que carguen rápido. Cada elemento extra compite con la información relevante y disminuye su visibilidad.
Ejemplos:
Los mensajes de error deben expresar con claridad cuál ha sido la causa del problema. Tienes que intentar que todos los errores que puedan ocurrir en la web o aplicación estén expresados en un lenguaje entendible por todos. Debes describir con precisión el problema y sugerir de forma constructiva una solución.
Ejemplos:
Lo ideal es que un sistema no necesite ninguna explicación adicional. Pero, en algunos casos, se debe proporcionar una documentación para ayudar a los usuarios a entender cómo completar sus tareas. Esta ayuda debe ser fácil de localizar, definir los pasos con claridad y no ser muy extensa.
Ejemplos:
Si quieres conseguir el éxito de tu web o aplicación es clave que trabajes la usabilidad web. Ten en cuenta estos principios para revisar o crear tu producto y dejarlo del modo que tus usuarios esperan.